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“El jardín de los cerezos” , clásico de la dramaturgia universal, de Antón Chéjov , llega al teatro

La obra cuenta la historia de una familia aristocrática rusa de fines del siglo XIX que se encuentra en medio de una crisis económica.

Publicado: 2019-04-08

Un clásico de la dramaturgia universal escrito por el dramaturgo ruso Antón Chéjov llega a los escenarios. “El jardín de los cerezos” se presentar en el Teatro Roma – Ensad bajo la dirección de Jorge Sarmiento y las actuaciones de Pilar Brescia, Ricardo Combi, Carlos Vértiz, Rafael Hernández, Marcia Romero, Nany Rodríguez, Juan Gerardo Delgado y Lorena Reynoso, entre otros. Es una producción la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático. 

La pieza nos cuenta la historia de una familia aristocrática rusa de fines del siglo XIX que se encuentra en medio de una crisis económica, situación que puede resolverse si venden en parcelas el llamado “jardín de los cerezos”. El mismo, además de constituir una importante fuente de ingresos, simboliza el legado familiar de cuatro generaciones, razón por la que no están dispuestos a sacrificarlo.

“El jardín, desde un punto de vista ético, está referida a lo esencial de las relaciones entre el hombre y la naturaleza, el hombre y el universo, representada en una parte de la naturaleza: Un jardín de cerezos. No es casual que el autor elija al cerezo, pues todas las culturas lo vinculan a la vida simple y sencilla, cuya flor muy bella es de floración breve, y simboliza la belleza femenina y la sexualidad.”, sostiene el director de la obra, Jorge Sarmiento.

DATO

“El jardín de los cerezos” va de jueves a lunes a las 8 de la noche, y los domingos a las 7 de la noche, hasta el 27 de mayo, en el Teatro Roma – Ensad (Calle Emilio Fernández 248 – 252, en Santa Beatriz - Ex Cine Roma). Las entradas están a la venta a 40 soles (general), 20 soles (estudiantes y jubilados) en la boletería del teatro. Reservas por correo electrónico: ensadreservas@ensad.edu.pe.


Escrito por

José Antonio Japa Rojas

Periodista de locales que un día entró, sin avisar, a culturales y de allí nadie me saca


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